martes, 2 de febrero de 2016

poema 247


CCXLVII




Terrible verdugo


Hay una congoja en mi alma, gran pena del corazón,
Una terrible aflicción me robó toda la calma;
Tu inesperada partida se llevó todo de mí,
Y aunque todo lo perdí, me quedó letal herida;

Hay si mañana te enteras que muy triste me quedé
Que la nostalgia acabó con todo lo que logré;
Nada podrás ya cambiar, todo se habrá esfumado
Pues desde que me dejaste vivo todo acongojado;

Por más que intento no puedo olvidarme de tu amor,
Si arrancara tus recuerdos sólo hallaría el dolor
De no encontrar solución a tu inesperada ausencia,
Prefiero vivir así, con tu invisible presencia;

Eres un terrible amigo, confundido corazón,
Te apegas con mucha fuerza a mortal desolación
Y fácilmente te olvidas de la fugaz alegría:
Eres terrible verdugo, matas con melancolía…


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