poema 340

CCCXL

Cielo e Infierno

Cuando ya no te veo o te alejas de mí,
Sufro entre mi silencio, sufro porque te perdí;
Correr quiero a buscarte, para ser muy feliz,
Pero ¿cómo encontrarte? Si nada sé de ti;

Entonces me lamento de tan inmenso amor,
¿Para qué ver tu cielo? Si se torna en prisión,
¿Para qué yo adorarte? Si yo en ti nada soy:
¿Por qué, bien, encontrarte? Si eres sólo dolor;

Me propongo olvidarte, ya no volverte a ver,
De mi pecho arrancarte, olvidarme que fue
La gloria el conocerte, un inmenso placer
Aunque al nunca yo verte quiera desfallecer;

Y solo me propongo dejarte ya de amar,
Pero díganme ¿cómo? Si la vuelvo a mirar
Otra vez me le entrego, mas no quiero amistad
Solamente a ella quiero, solamente y no más;

Y quisiera embriagarme, olvidar dónde estoy,
Pero ¿cómo dejarte? Si ya eres mi obsesión,
Entraste lentamente hasta este corazón
Tan paulatinamente, con inmenso fervor,

Que ahora el arrancarte no lo puedo intentar,
Porque el ya no mirarte me puede destrozar;
Eres Edén divino mi más grande verdad,
Infierno tan temido que al fin me alcanzará…