miércoles, 17 de febrero de 2016

poema 324

CCCXXIV





Lo que se siembra, se cosecha


El dolor por los hijos es un algo infinito,
Es una herida abierta un corazón contrito,
Cuánto el padre quisiera dejar la fe perdida
Dejar por ellos alma, todo el ser y la vida;

Pero infausto destino tiene vieja factura
Que se debe pagar: la pasada aventura
La fallida elección, o el más mínimo error,
Deberá ser pagado con el mismo dolor

Que generó el ayer, la conducta fallida,
No perdona el destino, nunca hay falla perdida;
Lo que tú ya has sembrado, será aquella cosecha 
Todo lo que has dejado será comedia o endecha…


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