jueves, 25 de febrero de 2016

poema 362

CCCLXII




Sacrificio y amor


Que ¿por qué es tanta, esta loca obsesión?
Que ¿por qué ella me ha robado la vida?
Que ¿por qué es ella mujer consentida 
Y por qué ella me robó el corazón?

Diré que fue ella mi única pasión
Una entrega plena jamás sentida,
La luz que ha permanecido encendida
Como una eterna guía y salvación;

Fue como ese sol que alumbró mi día,
Fue el más intenso y honesto fervor,
Fue esa mujer que tanto pretendía,

Auténtico ser que extinguió el dolor;
Ahora entienden porque es la armonía
Pues le dio a mi vida el más puro amor…


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