sábado, 6 de febrero de 2016

poema 268

CCLXVIII



El iluminado


Contemplé a mis hermanos entre tantos dolores,
Entre tantos fracasos y tantos sinsabores,
Que yo me pregunté: ¿Es el fin de la vida,
Confrontar mil porqués que no tienen salida?


A la sombra me fui de una rama dorada,
Y solo me perdí hasta lo hondo de mi alma;
La respuesta yo hallé después de mucho tiempo
Y la respuesta fue solamente el apego


El apego las cosas, el apego al dinero,
El apego al deseo, al querer ser primero;
El apego al poder, al afán desmedido,
Fanatismo de ser, de tal dios, consentido,


¿Cuál será la respuesta? Le pregunté yo al cielo
Y aquél me contestó: la atención, el desvelo,
Encontrar la pureza, los limpios sentimientos
Desvelar la belleza de claros pensamientos;


La santificación de nuestro ser interno,
La purificación, la renuncia al momento,
Alcanzar el nirvana, la gran eternidad:
Desdeñar vana fama para ver la verdad…

No hay comentarios:

Publicar un comentario