miércoles, 3 de febrero de 2016

poema 253

CCLIII






Tengo una bella vecina
Con tal encanto y dulzura,
Con tal presencia y ternura
Que a quien la ve, lo fascina;


Pero cuando ella camina
Se ve tan noble y tan pura,
Que nada incita o le apura:
Tal su presencia divina;


Todos quisieran tenerla
Como ese ser especial,
Pero con tan sólo verla


Se olvidan de pensar mal;
Es como valiosa perla,
Nítido amor ideal…




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