lunes, 30 de mayo de 2016

poema 893

DCCCXCIII



Nada se volvió


Heme aquí rendido al vino, al olvido,
Porque la he perdido y ella me ha destruido;
Y ¿qué debo hacer para superar
El querer llorar porque ella se fue?

Si estoy atrapado, todo desgarrado
Por ese pasado, jamás olvidado,
Que mi ser mató, con tanta violencia,
Con tal vehemencia: todo destruyó;

 Que lloro constante, como un pobre errante
Que vive distante, lamentable amante
Que busca morir como aquel chiquillo
Que queda sin brillo porque al redimir

A su eterno amor, se hundió en el dolor
Eterno fervor, un mal superior
Que lo desplomó con tanta certeza
Con ruda fiereza: nada se volvió…

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