DCCCLXIII
Visitante divina
Yo pienso en mi silencio en divina silueta,
Yo busco su cariño, su mirada coqueta;
Nunca la echo al olvido, hasta mi alma la sueña,
Por doquier me persigue como sombra que vuela;
La contemplo callado, esa grata presencia,
Que semeja una virgen, de escultural belleza,
Y le grito: -¡te quiero!- con, del mirar, la fuerza,
Ella llega a mi lado: todo mi cuerpo tiembla;
Y me muestro tranquilo aunque dentro me quema
El deseo sublime de abrazarla con fuerza;
Tal vez todo lo sabe, de todo se da cuenta
Y se siente orgullosa de la pasión violenta
Que genera en mi pecho, que en mi mente despierta,
Es un ángel perdido, la mujer más perfecta,
Toda llena de luz, una brillante estrella
Que visita y apoya decadente planeta…
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