poema 869

DCCCLXIX

Cambiemos el mundo

Cuánto debemos cantar a la gloria del amor

Para encontrar el perdón, no el constante criticar;

Basta de tanto juzgar, sólo pido comprensión,

Sólo honestidad, fervor, sincera fraternidad;

Y ustedes explotadores, ¿qué no pueden entender?

Que mucho pueden tener en sus inmensos arcones,

Mas sus vacíos corazones todo lo van a perder:

Solos van a fallecer entre rapaces halcones;

Y esos hombres amargados que ya no pueden amar,

¿Por qué tanto desconfiar? ¿Quedaron tan lastimados?

 Deberían de intentar olvidar aquel pasado

Y no vivir resignados a una eterna soledad…

Y las damas desalmadas ya dejen ese destino,

¿Para qué sembrar espinos y venenosa cizaña?

Mejor depuren sus almas, y limpien viejos caminos,

Pinten luminosos sinos y no tanta absurda infamia;

Si todos colaboramos sin ninguna distinción,

Si actuamos de corazón y con franqueza amamos

Triunfaremos como hermanos, venceremos el dolor

Con auténtico fervor, gritaremos que triunfamos…