domingo, 22 de mayo de 2016

poema 851

DCCCLI



Ese instante supremo



Sentir tus besos de seda
Surcando mi ardiente cuerpo,
Tus impúdicas caricias
Incendiando mis deseos;

Poder sentir la tersura
La fragancia y el anhelo,
Esa presencia de diosa
Que yo invado con mi fuego;

Escuchar suaves murmullos
Esas quejas, ese ruego,
Y perderme en la distancia
Y lo oculto del misterio;

Poder gritar que eres mía
Porque me llevaste al cielo,
Porque viajaste conmigo
En recóndito universo;

Es paraíso perdido
Descubierto en un momento;
Hallar la inmortalidad
En ese instante supremo…

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