miércoles, 25 de mayo de 2016

poema 866

DCCCLXVI



Suspiro llegando a su ocaso


Voy bogando en lontananza,
¡Cuán grande es esta condena!
No poder verte siquiera
Y sufriendo en la distancia:

Va conmigo mi nostalgia,
Tú, mi querida doncella,
Te quedas como esa estrella
Que en mi naufragio me salva;

Eres mi fatua alegría,
Eres un muy cruel fracaso,
Esa gris melancolía

De solitario regazo;
Eres suspiro de un día
Que está llegando a su ocaso…

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