sábado, 30 de enero de 2016

poema 220




CCXX





A MI PADRE

A mi padre le dedico Este tan sincero son
Que nace del corazón De su maleducado hijo;
Él nació por la fortuna, De una amorosa pareja
Que de manera discreta Se ocultaban de la luna;

Creció como ruda hierba En soledad y descuido,
Por el camino perdido, Entre el trabajo y la friega;
Pero encontró una mujer Que le dio bella familia,
Con la vida se concilia, Trabajó para su bien;

Eran padres comprensivos: Ella de origen semejante,
Con voluntad de gigante Con instintos aprehensivos;
Prometieron en silencio Una familia formar,
Muy juntos hasta el final Pero ya todo bien hecho;

Lo lograron al parecer, Pues todos hemos triunfado,
Como habían deseado, Al fin, hombres de bien;
Sin embargo ella ha partido, Y mi padre se quedó,
Con fortaleza encontró La razón junto a sus hijos;

Hoy ya camina cansado, Pero procura seguir;
Padre, te quiero feliz, Que nos dures muchos años;
Esta larga reflexión, Hecha con todo mi amor,
La escribí en tu honor, Con voces del corazón…

A LOS PADRES

El padre da la vida, pero con el trabajo,
-no como la mamá- laborando a destajo;
soportando rutinas y las humillaciones
de aquellos mandamás que con torpes acciones

hacen todo difícil por ocultos complejos
te gritan y regañan, pobrecitos... reflejos
de su oscuro vivir de agachones y torpes
son negreros de fama y no hay quien los soporte

sin embargo, pensamos, en el hijo dormido
en aquel buen colegio, título recibido,
y más ganas le echamos, no van a soportar
estos vanos desprecios, mucho van a ganar

y así el padre soporta, trata de mejorar,
¡Ellos deben tener un, muy feliz, hogar!...


No hay comentarios:

Publicar un comentario