martes, 26 de enero de 2016

poema 204

CCIV




Estando tan cerca, pero tan lejos



Cada que tú te escondes, me muero de dolor,
Te alejas, vida mía, me niegas el placer
De contemplar el cielo, tu fantástico ser,
Y yo en lontananza, me muero por tu amor;

¿Por qué te escondes, bella? Me niegas el calor
De tu alma esplendorosa, tu cuerpo de mujer;
Yo sé que tú me quieres, que si me quieres ver
Pero algo te lo impide, tal vez algún temor;

Tu pareja me teme, no puede desconfiar,
Pobrecito es un ciego, si está muy junto a ti;
Pero, si mucho duda a mi te impulsará,

Perderá tu cariño y pensarás en mí;
Con sus absurdos celos, al fin, te perderá,
Y tú vendrás conmigo para hacerme feliz...


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