lunes, 20 de junio de 2016

poema 997

CMXCVII




Dignidad

¿Por qué, Dios, no he podido soportar
Que la ambición te trate de vender,
Que te digan que debemos creer
En lo que ellos quieren promocionar?

Y lo que quieren sólo es procurar
La divisas de engañoso vender;
¿Por qué no he podido al fin comprender
Que ellos han nacido para engañar?

Yo no acepto tanta prostitución;
Adorar ciegos un becerro de oro,
Abusar de la torpe explotación,

Mentir y mentir sin ningún decoro;
Seres que ya han perdido la razón:
Por no dejar mermar fatuo tesoro…

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