poema 1025

MXXV

Palabras bellas

Celestial cristal, tu bella mirada;
Es fuente de amor tu gran corazón;
Un nítido cielo es esta esperanza.

Un juez muy severo tu mágica voz;

Es insoslayable con locura amarte
Tan ineludible como este placer

De mirarte siempre, ser devoto amante

De una bella diosa con tan tersa piel;

Cristalino cauce, limpio manantial

Resplandeciente, lecho de fulgor,
Esencia divina, inmensa cual mar 
Eres toda vida mi inmortal amor;

Eres nívea luz, faro de confianza,
Celestial estrella, brillante esplendor;

Eres dueña mía pues vives en mi alma

Cual frágil diamante, esmeralda y sol;

Ve luna. tú dile, que ella es como un sueño,

Un sueño imposible hecho realidad;
Que vivo y que siento ardientes destellos
Cuando la acaricio y la puedo besar

En vida he vivido como un caracol,

Cual fuego escondido que quiere salir,

Seguí mi camino, busqué lo mejor,

Y al encontrarte ciego me perdí

Te entregué mi vida, pues tú eras mi aliento;
Me volví suspiro en tu corazón.

Ya no tengo miedo, pues ya he conseguido

Una eterna vida, sólo por tu amor…