martes, 22 de marzo de 2016

poema 492


CDXCII



Bienaventurados (final)


De limpio corazón, de nítida blancura,
Serán los elegidos, los que todo consuman,
Porque verán a Dios, en todo su esplendor,
Gracias a su pureza de limpio corazón;

Los pacificadores, los líderes de paz,
Los que siempre procuran solamente ayudar;
Recibirán la gracia de volver a servir,
De aceptar con valor: -para morir nací;

Y aquellos que padecen grave persecución
Por causa de injusticia, por fallido rencor,
Aunque los sacrifiquen, alcanzarán la gloria
De gozar para siempre de celestial corona;

Y a los que vituperen, sin piedad los persigan,
Y siempre los humillen con absurdas mentiras,
No lloren ni reprochen, grande será su gloria
Arriba como abajo vencerán la derrota;

Ustedes son la sal, nívea luz del mundo,
Y deben de brillar más allá de lo absurdo;
Así alumbre su luz delante de los hombres
Y que sus buenas obras sean brillantes soles… 



No hay comentarios:

Publicar un comentario