sábado, 6 de agosto de 2016

poema 1189

MCLXXXIX



Soledad



Soledad que llevo dentro del alma
Es pesada angustia e insatisfacción,
Un remolino que rompe la calma,
Un espejismo que engaña al amor;

La soledad que me dejo la vida
Es una espada, que me acabará;
Inmenso dolor que no se mitiga, 
De esta gran lucha, funesto final;

La soledad que se me ha adherido
Me ha consumido sin más compasión,
Llanto y dolor trocados en suspiros
Que han destrozado un débil corazón;

La soledad es cual cáncer letal,
Esa cicuta que lenta te mata,
Esa condena perpetua y fatal
Que es cual red que a los incautos atrapa;

La soledad que siempre me ha dejado
Aquel anhelo de este hilo cortar,
Esa cruel ansiedad que me ha trastornado
Y no me ha dejado, otra vez, soñar;

La soledad, daga aguda que mata,
Se ha consumido todos mis anhelos;
Presente está en esa mujer ingrata,
Y en los hermanos que son traicioneros;

La soledad que se torna una duda
Que me carcome todos mis sentidos;
Todo lo dulce lo torna amargura,
Toda alegría en llanto y delirios;

La soledad es la recia maestra
Con esa vara que va a castigar;
Corta los miembros, después la cabeza
Para que puedas, por dolor, llorar;

La soledad es, en fin, un instante;
Cuando de lejos la miras tan fiera,
Con su crueldad te muestra algo grande
Es esta vida tan sólo una prueba…

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