MMMCXXII
La fatua felicidad
Noche, caminas cansada,
por lo espeso del camino,
lo grandioso del sonido
y las sombras que se escapan;
entre las sombras de mi alma
eres oasis, suspiro,
acercamientos, espinos
que entre cenizas se marchan;
y llorando yo te busco
y sonriente tú te alejas,
suplicante quedo mudo
ante tu divina belleza:
felicidad que en el mundo
es pasajera y eterna...
Llorando te busco, sonriente te alejas; suplicante y mudo ante tu divina belleza: felicidad que, en el mundo, es pasajera y eterna...
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