sábado, 12 de diciembre de 2020

poema 2726

MMDCCXXVI



 Para ésos, los hijos de la luna

El cangrejo tiene el corazón
Bien conectado a su gran cabeza,
Por lo tanto, siempre siente y piensa
Con ese dulce toque de amor;

Para él no existe el todo pasó,
Busca siempre la razón primera,
Siempre está atento a toda queja
Para sanarla como un gran sol:

Con caparazón confronta el mar
Para ocultar su excelsa ternura,
Que nunca lo amargue tanta sal,

Siempre se esconde en la blanca espuma;
Se hunde en la arena, ¿qué pasará?,
Sólo prepara abnegada ayuda… 

1 comentario:

  1. Oculta su ternura, que no lo amargue la sal se esconde en blanca espuma; se hunde en arena. ¿Qué pasará?, prepara abnegada ayuda...

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