domingo, 22 de diciembre de 2019

poema 2365

MMCCCLXV


En un exquisito Edén


Suave seda hecha de fuego
Deslizándose en mis manos;
Dulce néctar que yo bebo
En la fuente de tus labios;

Surco aquel inmenso cielo,
Lleno de sinuosos campos,
Donde gozo hasta el exceso
De tu manantial sagrado;

Llegan hasta mis oídos
Los sonidos y esa paz
Hecho de silencios finos,

Notas breves de cristal;
Infinito recorrido
Que no quiero terminar…

1 comentario:

  1. Suave seda de fuego deslizándose en mis manos; néctar que bebo en la fuente de tus labios; surco sutil cielo entre sinuosos campos...

    ResponderEliminar