MCMXII
El tenebroso sino del hombre
Es la senda más dura y conocida
Ese amplio, tenebroso y cruel camino
Donde abunda hojarasca y agudo espino,
Do se ignora lo frágil de la vida;
Es la ruta que quizá es más temida
Pues la rige el león del cruel destino,
Espada del arcángel tan divino
Del sitio con entrada y no salida;
Tártaro que consume los errores
Con el hielo de un fuego que amenaza
Por buscar sólo equívocos amores,
Es llanto que la búsqueda rebasa
Con eterno sinfín de sinsabores,
Que, sin fe, la esperanza despedaza…
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