sábado, 7 de julio de 2018

poema 1832

MDCCCXXXII


Regala al Universo tu presencia


En orbe celestial tan infinito
Sólo somos errantes caminantes,
Somos polvo en desierto, palpitantes
Motas de aquel amor noble y bendito;

Somos punto en extenso y gran escrito,
Una gota entre océanos gigantes,
Una chispa en las llamas desbordantes
De un fuego que devora nuestro sitio;

Y a pesar de ser ínfima en medida,
Es enorme la luz de nuestra esencia;
Un alma que se expande por la vida

Como tanto puede ver nuestra conciencia:
Amor es ambrosía, que vertida,
Regala al Universo su presencia…

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