MDCCLXIV
Un don del Cielo
En la aurora rubicunda
Deslumbraba ese lucero
Con su brillo pasajero
Y su cabellera fecunda;
Con mirada muy profunda,
Lo contemplo lisonjero,
Y le pido lo que quiero
De manera tan rotunda,
Que al escuchar mi quimera
Con rapidez me responde:
-Si tu alma desespera
Por un amor que se esconde,
-Si tu pasión es sincera
Dime cómo, cuándo y dónde
-Y lo tendrás a tu lado,
Compartiendo la ternura,
-Dando vida a esa aventura
De tu pecho enamorado;
-Alcanzarás lo soñado
Y sentirás tal locura
-Que al perder toda cordura
Quedarás encadenado
A eso que tú me has pedido;
-Y que lo goces lo quiero,
Y si eres agradecido
Me dirás: -yo te venero
Pues cuanto he yo querido
Me lo otorgaste sincero…
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