domingo, 19 de marzo de 2017

poema 1403

MCDIII




¡Cuánto la desgracia duele!



¡Cuánto, la desgracia, duele!
Grises ¡ayes! de agonía;
Pesada melancolía,
Cuando gente humilde muere;

El que tiene nunca quiere
Exponerse, garantía,
En su enorme cobardía,
Fuertes refugios adquiere;

Sin embargo, poco duran
Sus cuidados tan prolijos
Pues los males se acentúan

Y llegarán a sus hijos:
Y los que ahora se burlan
Mañana querrán cobijos…

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