MCCCXXXVIII
Dignidad, no sumisión
Nada ni nadie merece
Ni una lágrima nuestra,
Nuestra dignidad se pierde
Si vivimos con vileza;
Debemos ser portadores
De la esencia del amor;
Orgullosos de los dones
Que recibimos de Dios;
Tenemos un dulce apoyo,
Lecciones de gran valor,
Nunca vivamos con odio,
Procuremos el perdón;
Si atendemos al llamado
Cambiará nuestro destino,
Nos rodearemos de hermanos
Sin temores ni peligros…
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